Y, hoy estoy acá para decirte, que no voy a oponer resistencia a tus encantos.
Y cuando el día de mañana te vayas, voy a mirarte caminar hasta que te hagas chiquito y no te pueda ver más.
Y cuando desaparezcas completamente, voy a darme el lujo de llorar.
Pero aún así, todavía va a quedar un asomo de sonrisa por todas las cosas que pasamos.
Porque aunque tus palabras se las lleve el viento, no hay tornados con mis sentimientos.
Si extrañar significa recordar algo bueno, estoy dispuesta a extrañarte hasta en mis huesos.
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